Y desperté 50 años en el tiempo, y allí estabas
con tu sonrisa de cada mañana, y esos ojos tan característicos que se te veían. A pesar de los meros recuerdos , sé que eras tú, que nada había cambiado. Que eramos tu y yo. Y , que, como me habías prometido, llevábamos toda la vida juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario