martes, 31 de enero de 2012

Y desperté 50 años en el tiempo, y allí estabas


con tu sonrisa de cada mañana, y esos ojos tan característicos que se te veían. A pesar de los meros recuerdos , sé que eras tú, que nada había cambiado. Que eramos tu y yo. Y , que, como me habías prometido, llevábamos toda la vida juntos. 

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